Esta página no esta preparada para visualizarse con el dispositivo en posición horizontal, disculpe las molestias.
Leopoldo Bruno

Leopoldo Bruno

La de Leopoldo es la historia de los hermanos Bruno, hijos de  un comandante de la aviación republicana fusilado en plena Guerra Civil. La suya fue una expedición particular, ya que los Bruno fueron de los primeros evacuados a la Unión Soviética.

Si por algo destaca Leopoldo Bruno es por su buen humor y buen hacer, ese que tanto admiraron rusos y cubanos. A sus 85 años y pese a su reciente enfermedad, no ha perdido ni una pizca de su particular ironía.

 Su testimonio es, en suma, un acto de agradecimiento al pueblo ruso. Agradecido está por la  formación que le proporcionaron, agradecido por haber encontrado allí a su mujer, Esther Muñiz, y agradecido por haber sido acogido en un nuevo hogar cuando el suyo se desmoronaba. 

La Infancia

Leopoldo Bruno nació en Madrid en el año 1927. Los Bruno eran cinco hermanos, la mayor era mujer y los demás todos varones. Juntos disfrutaron de una infancia feliz en su domicilio de Alonso Cano. La condición profesional de su padre les permitió disfrutar de buenas vacaciones cada año, pero el verano de 1936 fue muy diferente a todos los anteriores.

Mejor imposible (38 seg.)

Tuve una infancia mejor imposible

” 

La escuela

Debido a las posibilidades económicas familiares, Leopoldo y sus hermanos recibieron una buena formación en España. Hasta los 9 años, edad a la que se ve obligado a abandonar su hogar, acudió a la escuela con regularidad.

En Rusia, como es habitual, los niños fueron repartidos en distintos clases de edad. Pero los conocimientos de unos y otros eran bien distintos. Leopoldo recuerda aburrirse bastante en clase, debido a que ya tenía conocimiento de muchas de las habilidades que les enseñaban. Esta diferencia permitió alguna que otra anécdota en aquellos primeros años en la URSS.

La segunda clase (50 seg.)

Yo sabía multiplicar y dividir

Nos sacó a todos para adelante ella sola

La guerra

La guerra será decisiva para el futuro de la familia. Un trágico y azaroso suceso deja huérfanos de padre a Leopoldo y a sus hermanos. Será su madre la que, a partir de este momento, tenga que sacar adelante a los cinco. Ya estaban en Rusia cuando reciben la fatal noticia. 

Aterrizaje forzoso (55 seg.)

El Viaje

Entre los primeros niños que salieron hacia la Unión Soviética estaban la hija de Constancia de la Mora y la hermana de Leopoldo. En la segunda expedición fueron evacuados, junto a su madre, el resto de hermanos. No eran demasiados  en aquel barco, en el que viajaban los hijos de los militares republicanos y algunas de sus mujeres.

Las condiciones de aquel viaje fueron bastante mejores que las de las expediciones posteriores. También hubo diferencias entre la primera expedición oficial, que salió de Valencia el 21 de marzo de 1937, y, por ejemplo, la expedición que salió de Gijón en septiembre. En la primera viajaron 72 niños, en la que fue la tercera expedición, fueron unos 1.100 los evacuados.

Mujeres antifascistas ( 97 segs.)

Un barco muy pequeño (63 segs.)

El recibimiento permanece inmortalizado en la memoria de Leopoldo. A su llegada, fueron aclamados como “los heroicos hijos del pueblo español”.  Así demostraron los rusos, en un ejercicio de propaganda que aun hoy resuena en la memoria de estos Niños, el apoyo soviético a la lucha contra el fascismo en España.

Todos los hermanos, junto a su madre, fueron acogidos en la Casa de Niños de Pirogovskaya, en el centro de Moscú. Allí fueron alojadas, según recuerda Leopoldo, unas 100 personas. Más tarde, los niños fueron repartidos en distintas Casas Infantiles. El destino de Leopoldo fue Obninsk. “Allí ya éramos unos 500, eso era lo normal”, afirma. Antes de pasar a la segunda casa, la madre de Leopoldo regresó a España, obligada por la noticia de la detención de su marido.

La acogida

La primaria la estudiaron en español. Sin embargo, desde el séptimo hasta el décimo curso, las clases les fueron impartidas en ruso. Finalizada esta etapa, Leopoldo decidió cursar estudios universitarios. Tras superar las cinco pruebas de ingreso, comenzó sus estudios en la facultad de Geografía. Más tarde, decidirá cambiarse a Hidrografía. Allí se graduó como ingeniero hidrólogo y empezó a ejercer como tal hasta el fin de su vida laboral. De ello trabajó en Rusia, en Lituania, en España y en Cuba.

Cuba (78 segs.)

Nosotros a los rusos les debemos mucho

Pese a sentir verdadera gratitud hacia el pueblo ruso y afirmar que vivió la mejor etapa de su vida en Cuba, Leopoldo reconoce que siempre mantuvo el deseo de regresar a España. Aquellas fueron “las vacaciones más largas de su vida”, bromea Leopoldo, ya que fueron unas “vacaciones” obligadas.

Un recibimiento mejor imposible (29 seg.)

La vuelta a España

En el año 56, Leopoldo y Esther tuvieron la oportunidad de viajar a España. Pero aquel regreso se convertiría en una visita de unos años. Le despidieron del trabajo, le retuvieron en los calabozos de la Puerta del Sol de manera intermitente y, finalmente, le expulsaron de España.

Se vio en la frontera francesa, junto a su esposa y su hija de cinco años, con la incertidumbre de quien ha perdido su casa y su patria por segunda vez. “A un lado españoles que no te dejaban volver y al otro franceses que no te dejaban entrar porque no tenías documentos ni tenías nada”, recuerda.

Tras franquear graves obstáculos, la familia pudo regresar a Rusia. Allí pasarán un breve periodo de tiempo, hasta que la Cuba de Fidel reclamó especialistas. Qué mejor para ello que los hispanosoviéticos, que se había criado en un régimen también comunista. Allí pasaron Esther y Leopoldo 15 años, desde 1962 hasta 1977.

Ahora reside, junto a Esther Muñiz, en su Madrid de los primeros años, sólo que 80 años más tarde.

Año 56 (17 seg.)

El Retorno (47 seg.)

Como estabas preparado para hacer el trabajo lo hacías bien

Cuba yo la llené de agujeros, cuando llegué no tenían casi embalses